Porque al contacto con otra piel
las células despiertan de un letargo perceptivo del que no tenía conciencia
y porque el roce de tus labios me recordó
que conocía un idioma que por algún motivo dejé de hablar…
ahora estoy con ganas de iniciar un viaje para redescubrir y explorar esos territorios
como si nunca los hubiera conocido
«… y aquél que de tus labios la miel quiera
que pague con diamantes su pecado»
Natalia Lafourcade