El calor de tu pecho,

brasas en mi espalda

 
Tus manos forjando mis molduras
 
Nuestros torsos desnudos…
 

y el sueño se incendia

 
El deseo se despertó
con tu lejana cercanía
 
pero deambula en la noche
sin encontrar cauce
 
Maldita formalidad
que te mantiene distante
 

Tu convicción
despierta interés
inhibe la racionalidad
provoca mi acción
contagia embriaguez
desafía lo prohibido
 
La melodía de tu voz

tus palabras

tus osados labios

despiertan en mí
los recuerdos dormidos
 
Y el sabor de ´la ruta’
fue la llave que abrió
el arcón de mi poesía
y que hizo respirar, otra vez,
a ese antiguo deseo reprimido…

Abramos nuevas ventanas
 

en esta cárcel

 
liberemos los sentidos
 
desatemos el deseo
 
abracemos la pasión por la vida
 
besémonos los oídos con dulces canciones
 
desnudemos las ideas
 
embriaguémonos en simple gozo
 
saquemos a danzar los prejuicios
 
acariciémonos el alma
 

aún en la distancia…

 
porque no hay quien pueda poner
 
en cuarentena nuestros sueños
 
 

La intrepidez de tus palabras
hace quebrar mi cintura

te pienso

y mi espina se arquea
 
Inhalo,
arden las brasas
que sembraste en mi
y las llamas consumen el espejismo
 
Recién comenzamos a guionar esta película
y ya me persigue la hora de despegar
 
La realidad, una vez más,
quiere cortar mis alas
 
Los caminos se bifurcan

no veo el retorno

y ante la indecisión
me paralizo
 
Con un beso de cristal
intento clausurar la noche

porque hoy,

el modo avión
no es una opción posible
 
 

Tus palabras
despertando pantallas
iluminaban mi sonrisa
 
Me encendía el alma
imaginar esa espalda
donde reposar mi pecho
 
Ansiaba escuchar tu voz
que proyectando nuevas rutas

bocetaba un mañana

 
Pero al cambiar las lunas
se consume la magia
 
Tus letras ya no tienen luz,

no puedo danzar su ritmo

y pensarte

no cambia mi pulso

 
Parece que solo fuiste
otro espejismo
en mi vasto desierto