Encuentro inesperado
La sonrisa de tus ojos
la pausa
el silencio
las palabras que no fueron
pero hubiese querido escuchar
el amargo sabor
de tu cercanía tan distante en la multitud,
cuando solía penetrar la piel al compartir intimidad
Incendiaste la tarde
aunque ya habías quemado las naves,
y así, con todo,
parecería que quedamos en costas opuestas
El invierno se encarga de enfriar los cuerpos,
calma las aguas que nos separan
y da tregua a los corazones